A menudo infravalorado o, algunas veces, mal diagnosticado, el lipedema es una patología que está más extendida de lo que se cree. Se trata de una enfermedad que debilita tanto física como psicológicamente, siendo, en algunos casos, también un problema a la hora de realizar las actividades básicas de la vida diaria.
Las personas que se ven más afectadas por esta enfermedad son las mujeres, sobre todo durante los periodos de mayor desequilibrio hormonal, como: pubertad, embarazo y menopausia. Suele confundirse con la adiposidad localizada u obesidad, el lipedema, si es diagnosticado correctamente puede ser tratado para mejorar. Esto es posible, sobre todo, a las recomendaciones del médico, que puede aconsejar al paciente para que adopte el tratamiento adecuado.
Existen varios estadios del lipedema: los más avanzados pueden ser también invalidantes para el paciente o dar lugar a nuevas patologías. Además de las dificultades para caminar, en caso, de lipedema en las piernas, existen también las relacionadas con los factores estéticos.
Pero ¿qué es el lipedema? ¿Cómo se presenta y cómo se diagnóstica el lipedema?
Vamos a descubrirlo en este nuevo artículo de Solidea.
¿Qué es el lipedema?
El lipedema es una enfermedad crónica y progresiva, que en algunos casos también puede convertirse en invalidante para el paciente. Normalmente, su origen es genético, aparece con una acumulación anormal de grasa subcutánea en los glúteos, caderas o extremidades inferiores. Este aumento de materia lipídica se produce de forma simétrica y en ambos lados.
También puede ocurrir que los síntomas aparezcan en las extremidades superiores, excluyendo las manos y los pies.
Pero ¿cómo distinguir el lipedema de la obesidad? Mientras que el aumento de peso y de la masa grasa a causa de la alimentación o de la vida sedentaria se produce de forma uniforme en todo el cuerpo, el lipedema está localizado solo en algunas zonas. Esto se debe a una alteración de las células del tejido adiposo, es decir, los adipocitos, provocada por una inflamación sistémica.
El aumento de acumulación adiposa se produce de forma rápida y repentina, por lo que no se debe a la alimentación del paciente.
¿Cómo reconocer el lipedema?
Pero ¿cómo se puede reconocer el lipedema? Además de las indicaciones facilitadas anteriormente, para saber si tenemos esta enfermedad, es decir, las acumulaciones repentinas de grasa localizadas, existen otros síntomas que pueden manifestarse.
A continuación, una breve lista de los síntomas más comunes:
- Sensación de pesadez en las zonas afectadas
- Formación de “piel de naranja”
- Hormigueo localizado
- Sensación dolorosa localizada, cuando se presionan los tejidos afectados por la acumulación adiposa
- Formación de hematomas y equimosis espontáneos
Este es el aspecto del lipoedema
Aquí tienes fotos del aspecto del lipoedema en una mujer joven. En estas fotos, nuestra amiga nos muestra el antes y el después del tratamiento, dos años después. Su vida dio un giro cuando le diagnosticaron un lipedema. Primero siguió una dieta y ejercicio adecuados, luego se operó en una clínica especializada y ahora lleva un estilo de vida saludable, siguiendo las instrucciones de los especialistas médicos y siguiendo la terapia.
Solidea la acompaña durante la actividad física con mallas de micromasaje, y en su tiempo libre con mallas de compresión graduada. Cada paciente tiene sus propias características, por lo que es esencial encontrar la terapia adecuada, incluidos los dispositivos de compresión.
Síntomas que pueden molestar a la paciente, con consecuencias también en la calidad de la vida según el estadio de la enfermedad. De hecho, esta última puede presentarse en tres estadios diferentes, dependiendo de la condición y de los síntomas experimentados:
- Primer estadio: los síntomas son leves. La piel parece inalterada, pero tocándola se notarán pequeños nódulos de grasa de forma redondeada bajo la piel.
- Segundo estadio: aparecen las imperfecciones de la piel conocidas como “piel de naranja”. Puede producirse la formación de hematomas y la paciente advertirá una sensación dolorosa localizada. Además, tocando se podrán notar los nódulos de grasa de mayor tamaño que en el estadio anterior, del tamaño de una nuez o incluso de una manzana.
- Tercer estadio: los nódulos tienen un tamaño aún mayor, con la pérdida de la elasticidad cutánea en las zonas afectadas. También en este caso, aparecen equimosis, dificultad para caminar y hormigueo.
Además de estos síntomas, la acumulación de grasa y la consiguiente inflamación de las extremidades puede dar lugar a enfermedades como artritis en la rodilla, estancamiento linfático y fibrosis de la grasa subcutánea. Por este motivo, es mejor tener un diagnóstico precoz de la enfermedad para poder intervenir inmediatamente.
Lipedema, ¿cómo se diagnostica?
¿Cómo reconocer el lipedema? No existen análisis diagnósticos específicos para confirmar la presencia del lipedema. Por este motivo, el diagnóstico de la enfermedad es complicado. En cualquier caso, un equipo de expertos sabrá reconocer los síntomas y realizará pruebas ecográficas y la resonancia magnética para estudiar el tejido adiposo.
¿Qué hacer en caso de lipedema?
Un diagnóstico precoz del lipedema puede ayudar a los pacientes a la hora de adoptar los tratamientos, recetados por su médico, para aliviar los síntomas de la enfermedad.
- Ejercicio físico específico y fisioterapia, para estimular el drenaje de líquidos
- Intervención quirúrgica, si fuera necesario, para eliminar la acumulación adiposa, que puede provocar la aparición de otras enfermedades
- Plan nutricional elaborado por un especialista
- Correcta higiene de las partes afectadas
- Tratamiento psicológico, si fuera necesario
Además, el médico puede recetar la utilización de dispositivos médicos de compresión graduada, como los productos de la tienda de Solidea.com. Sobre todo, los leggings Be You Tonic Curvy con micromasaje que ejercen la compresión graduada adecuada para poder estimular el retorno venoso y linfático.
Útiles durante la actividad física o en el trabajo, las medias de compresión graduada Solidea son una valiosa ayuda para combatir el cansancio y la hinchazón de las extremidades debido al lipedema.